lunes, septiembre 28, 2009

Sin maíz no hay país


Sin maíz no hay arepas ni tortillas. Sin maíz no hay cachapas ni polentas. Sin maíz no hay chicha ni atol. Sin maíz no hay hallacas ni hallaquitas. Sin maíz no hay bollos ni bollos pelones. Sin maíz no hay manduca ni cotufas. Sin maíz no hay tamales ni pupusas. Sin maíz no hay gorditas ni pozoles. Sin maíz no hay masa ni mazamorra. Sin maíz no hay cuerpo ni alma americanos. Sin maíz no hay historia ni literatura. Sin maíz no hay silva a la agricultura de la zona tórrida ni cantos de pilón. Sin maíz no hay alegría de la tierra ni fiesta de las turas. Sin maíz no hay agua ni pájaros. Sin maíz no hay danza ni poesía. Sin maíz no hay cielo ni tierra. Sin maíz no hay raíces ni memoria. En realidad, sin país no hay pan ni vida para nosotros.

El 29 de septiembre, en la UNEY, uniremos nuestra voz a la hermosa campaña que iniciaron los campesinos de México para defender su alimento milenario, ante la agresión de un sistema económico capaz de llevarse todo por delante. Transcribo algunas de las medidas que las organizaciones campesinas mexicanas han propuesto para su país y que pueden estimular acciones similares en países como Venezuela (donde ya adelantamos algunas), para alcanzar la difícil soberanía alimentaria de estas tierras:

“1. Sacar al maíz y al frijol de los acuerdos o tratados de libre comercio (esto en Venezuela, por fortuna, no aplica). Instalar un mecanismo permanente de administración de las importaciones y exportaciones de maíz y frijol (y sus derivados y subproductos) por parte del Estado.
2. Prohibir la siembra de maíz transgénico. Protección y mejoramiento del patrimonio genético de los maíces autóctonos e incentivo a la producción de maíces nativos y orgánicos.
3. Aprobar el Derecho Constitucional a la Alimentación y la Ley de Planeación para la Soberanía y Seguridad Agroalimentaria y Nutricional.
4. Luchar contra los monopolios del sector agroalimentario: Evitar el acaparamiento y la especulación así como la publicidad engañosa de alimentos "chatarra".
5. Promover que el maíz mexicano y las expresiones culturales que involucra se inscriban tan pronto como sea posible en la Lista de Patrimonio Oral e intangible de la Humanidad, por la UNESCO.
6. Control de precios de la canasta alimentaria básica, garantizar el abasto y crear una reserva estratégica de alimentos. Promover el consumo de alimentos campesinos, y el comercio justo.
7. Reconocer los derechos de los Pueblos originarios y proteger los territorios campesinos y sus recursos naturales estratégicos.
8. Proteger y promover a los pequeños productores.
9. Impulsar la conservación de los bosques y selvas mediante el manejo sustentable de los recursos naturales a través de la organización y gestión comunitaria.
10. Garantizar el principio de equidad de género en las políticas rurales, así como el reconocimiento pleno de los derechos humanos, ciudadanos y laborales de los jornaleros agrícolas y los trabajadores migrantes”.

Todos los hombres de maíz hoy decimos esta frase:
Sin maíz no hay país.

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