miércoles, noviembre 13, 2013

Una cocinera que ayer estuvo de cumpleaños


Contra viento y marea, la mayor intelectual de su tiempo en la América Hispana labró una obra portentosa de la que se vio forzada a abjurar al final de su vida. Sabemos que le tuvo miedo al Santo Oficio, como lo confesó en la Respuesta a Sor Filotea, pero también inferimos que igual o más miedo le tuvieron a ella los torvos fiscales de su talento. 

Lo de siempre: quien no entra por el aro de los dogmas, pasa a ser sospechoso de ominosas conspiraciones contra el orden ideológico que impera. Lo vigilan desde cualquier atalaya, y si los hurones son cercanos (amigos o confesores, como en el caso de Juana) la inspección de la herejía se tiene por triunfante. Pero algo hay que les cuesta mucho: desaparecer del todo las páginas escritas. Incluso, a veces aparecen algunas fuera de catálogo y éste se amplía con nuevas piezas imborrables. Así, en el año 1968 fueron encontrados los Enigmas de Sor Juana. El gran sorjuanista Antonio Alatorre preparó una estupenda edición con los veinte enigmas, escritos, al parecer, poco antes de que la monja diera por concluida su soberbia trayectoria literaria. Los enigmas no están resueltos, dijo Alatorre, y le propuso a los poetas mexicanos que procuraran descifrarlos. Gabriel Zaid, quien relata el hecho, al aceptar la invitación del erudito, ensayó la solución del cuarto enigma: 

¿Cuál es la sirena atroz que en dulces ecos veloces muestra el seguro en sus voces, guarda el peligro en su voz?
 
Dijo Zaid que la respuesta era la fama. Pero como no se trata de una adivinanza, el arcano permanece inalterable para que otros intenten descifrarlo. Asimismo, el mayor de los enigmas sigue en pie y acaba de escribir esta frase: 
El mundo iluminado, y yo despierta.
 
Es una jerónima tan inteligente como hermosa y bien sabemos todos que se llama Sor Juana Inés de la Cruz, poetisa, filósofa, mexicana y cocinera.
 
(Este texto es el final de un artículo publicado hace poco en la revista digital BIBLIOMULA. Este es el link:

2 comentarios:

GONGORINO dijo...

Deliciosa entrada, querido Freddy.

Biscuter dijo...

Muchas gracias, querido Néstor. Un abrazo.