lunes, marzo 17, 2014

Viaje relámpago a Sicilia



Pasta al "nero di seppia"

Una de las ventajas de que Cuchi esté sin carro, es que puede quedarse en casa cocinando.

Hoy, por ejemplo, cumplió con un antojo de hace varios días: pasta al nero di seppia.


Este delicioso viaje a Sicilia tiene ahora otra estación: Leonardo Sciascia.

Acabo de encontrarlo en el viejo paraíso de su infancia, es decir, estoy leyendo su bella crónica sobre las aguas sicilianas.


domingo, marzo 09, 2014

Anguilas asadas en Ordet



Fotograma de Ordet. Johannes (Preben Lerdoff Rye) y Maren (Ann Elizabeth)


A mediodía, con Ordet y la belleza de un milagro. También lo inverso es posible: con el milagro de la belleza en Ordet.

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Anotar la emoción ante una estética, que, como la del punto y la línea de Mondrian, se resuelve en rotundas precisiones. Intensidad del blanco y negro, y de los planos. Me gustan los que incluyen un reloj de pared, detenido.

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El poder de las anguilas asadas que Inger esgrime como oferta para que su suegro, inflexible, acepte a la novia de su cuñado.



Una gastronomía danesa, todavía no visitada por Babette, logra despertar el apetito del abuelo Morten. Sin embargo, no fue suficiente. La religión seguía pesando.

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Mikkel, descreído, decía que a su hermano lo había vuelto loco Soren Kierkegaard. Pero son, ese hermano, y una niña (su hija), quienes, a punta de fe, abren un nuevo camino para la serenidad en Borgengaard. Un camino en la tierra, no en el cielo.

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Recordé al buen Diego Dreyer, el amigo de Luisana. Quería ser Carl Th. Dreyer, como Johannes, en Ordet, quiso ser (y fue) Jesucristo. Era (y es) una devoción contagiosa.

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El arte dreyeriano, sigue ahí, con su belleza y su sabiduría, esperándonos.

sábado, marzo 08, 2014

Tomillo de dos mil maneras




Un verso de Gerardo Diego me lleva a un jardín. Un jardín me lleva a una enciclopedia. Una enciclopedia me lleva a una mañana. Una mañana me lleva a un pájaro Dunga. Un pájaro Dunga me lleva a Díaz Casanueva. Díaz Casanueva me lleva a un poema de Stevens. Un poema de Stevens me lleva a una canción medieval. Una canción medieval me lleva a una calle solitaria del Gótico de Barcelona. Una calle solitaria del Gótico de Barcelona me lleva a un álamo de Rafael Alberti. Un álamo de Rafael Alberti me lleva a un tren. Un tren me lleva a una estación de Narbonne. Una estación de Narbonne me lleva a un escondite cátaro. Un escondite cátaro me lleva a unos ojos verdes. Unos ojos verdes me llevan a Gutierre de Cetina. Gutierre de Cetina me lleva al tomillo. El tomillo me lleva a Gil Vicente y Gil Vicente a estos versos que recuerdo en el balcón:

El tomillo por los montes
huele de dos mil maneras