martes, marzo 14, 2006

Guama entre el recuerdo y la cocina

De Salsipuedes me llega este texto yaracuyano que quiero compartir:

Quiero que me cultives, hijo mío,
en tu modo de estar con el Recuerdo,
no para recordar lo que yo hice,
sino para ir haciendo.
Que las cosas que hagas lleven todas
tu estampa, tu manera y tu momento.
Y cultiva mi amor con tu conducta
y riega mi laurel con tus ejemplos.


Andrés Eloy Blanco (Coloquio Bajo el Laurel)


La semana pasada el Centro de Investigaciones Gastronómicas de la Uney se llenó de aromas y sabores guameños entre las sabias manos y los relatos añejos de unas cocineras muy particulares.

Mari Escalante, Soila Liscano de Mujica, Felipa Avendaño de Rojas, Edita Lugo de López, Claudina Palacios y Venicia de González nos visitaron en el marco del evento "El Festival de la Ciruela de Huesito”. Estas señoras, todas diestras en el quehacer culinario fundamental, el del hogar, llegaron al CIG ávidas de conocimientos, con la actitud del buen estudiante, pero como era lógico que sucediera, terminamos, nosotros los cocineros del Centro siendo los alumnos y ellas las profesoras.

Estas señoras cocineras se convirtieron entonces en Profesoras Honoris Causa del CIG y se dedicaron a cultivarnos con la experiencia de las antiguas sembradoras. Así, Edita cortaba con destreza el plátano maduro mientras se calentaba el aceite para hacer las tajadas; Mari en su acento caleño evocaba su tierra natal cuando nos enseñaba como hacer la mejor sobrebarriga; Felipa añorante en su relato nos contaba cómo cocinar las caraotas carita e’ cabra, que se les debe remojar y sacar la "primera agua" para evitar su sabor amargo y acompañarlas con ocumo, plátano verde y paticas de cochino; Soila nos descifraba los secretos de su ensalada de pollo; Claudina se recreaba con la tabla y cuchillo picando con agilidad los aliños para la carne mechada, mientras Venicia aliñaba unas caraotas de ensueño que inmortalizaban en nuestra memoria la sazón de sus alucinantes empanadas de pabellón.

Hoy, así como reza el epígrafe que abre este texto, regamos el laurel con el ejemplo que nos han dejados estas señoras. En el CIG seguimos cocinando, redescubriéndonos, haciendo.

Ricardo Oropeza y Osmany Barreto
Docentes de la UNEY

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy lindo el texto... saludos

Biscuter dijo...

Confluencias lezamianas.

Gracias por tu mensaje, tanto de mi parte como de parte de Osmany y de Ricardo.

Anónimo dijo...

Muy bueno el reportaje

Saludos de Lourdes Gimenez de Valera desde Madrid