martes, septiembre 11, 2007

La gastronomía tiene la palabra

Los cocineros con Isadora de Norden (en el centro). Están allí, en primera fila, de izquierda a derecha, Jenny, Fanny, Refugio, Isadora, Cuchi y Damarys. Detrás, Humberto Arrietti, Juancito, Clara, Pablito y Ricardo Cortez.

La presencia de la cocina y del tema gastronómico en el VIII Encuentro para la Promoción y Difusión del Patrimonio Inmaterial de los países iberoamericanos se ha constituido nuevamente en un espacio central. Desde el domingo pasado se puso en evidencia esa presencia resaltante, cuando los participantes del encuentro tomaron una plaza de la ciudad para iniciar festivamente sus actividades. El numeroso público cruceño, así como los grupos musicales que alegraron la ciudad esa noche, se fueron concentrando en la plaza principal de Santa Cruz para disfrutar de una velada que incluyó una estupenda muestra gastronómica a base de maíz, el santo padre de la alimentación americana. Cuchi, a quien ha correspondido la coordinación de esta importante área del Encuentro, reunió desde temprano a todos los cocineros participantes (México, Perú, Colombia, Bolivia, República Dominicana y Venezuela) para hacer el trabajo que disfrutaron las muchas personas que se acercaron la noche del domingo a la Catedral. Tamales, arepas, empanadas, chigüire, majaretes y chichas, entre otras comidas y bebidas, elaboradas con la alegría de las personas que se ayudan mutuamente en la faena y que hacen de ella una fiesta inolvidable, protagonizaron el comienzo gastronómico del Encuentro.
Ayer y hoy hemos continuado. Ayer con Bolivia en un taller concurrido y formidable, dirigido por Ricardo Cortez. Hoy con México y Venezuela. Yuri, con Refugio y Pablo, hizo torta de elote, tamales y pozole. Cuchi, con Damarys y Humberto, se dedicó a los bollos pelones, chupe de gallina y majarete.
Ádemás de los talleres, hemos iniciado unas mesas de discusión sobre diversos temas. La tarde de ayer fue la ocasión para conversar sobre la resistencia cultural mediante la gastronomía. En la mesa, además de los cocineros, participaron los antropólogos Esteban Emilio Mosonyi y Emanuele Amodio. Todos coincidimos en que la defensa no rígida de las tradiciones latinoamericanas encuentra en la cocina uno de los espacios más sólidos. El gusto insobornable por nuestros platos y sabores es una demostración de que la cultura ofrece un lugar seguro para la preservación de nuestras tradiciones. Hoy continuaremos los debates. Le toca el turno al maíz: la arepa, la cachapa y la tortilla contra el etanol.
En Santa Cruz de la Sierra la gastronomía tiene la palabra.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siguendo el método del caruto adivine el resultado de la siguiente receta:

Se baten 5 claras a la nieve, se agrega 1/2 taza de azucar y se bate unos momentos; luego se agregan las 5 yemas batidas tambien con 1/2 taza de azucar, se sigue batiendo y se agrega 1 taza alta de harina mezclada con 3 cucharaditas de polvos de levadura. Se revuelve todo pronto, se perfuma con vainilla y se asa en una lata engrasada.

Cuando esté asado se voltea sobre una servilleta humeda, se le pone la crema que se quiera, se enrolla rápido y se aprieta bien con la servilleta. Cuando este frio se desenvuelve, se le cortan las puntas y se espolvorea con azucar.

Carlos dijo...

Muy bueno el blog, te felicito.

Biscuter dijo...

Gracias, Carlos por tu generoso comentario.

Y también gracias a "Anónimo", por la receta (¿brazo gitano? ¿pionono?).

Saludos