lunes, enero 03, 2011

Literatura, cocina y redundancias




1. “Todos los días viste al amanecer el traje de una vida”. Con esa frase redonda e indeleble nuestro autor cierra la descripción de un joven marcado por el cine y que se acaba de mirar en el espejo. La escena corresponde a su primer cuento, publicado en el año 30 del pasado siglo, pero será recordada más tarde por los lectores de sus últimas novelas, como un anticipo emblemático de los reflejos y disfraces que en ellas predominan. Este año se cumplirán cien años del nacimiento de ese gran narrador venezolano. Leerlo completo es el propósito de nuestro personal homenaje, para no quedarnos en sus narraciones más celebradas, y poder encontrarnos, por ejemplo, con la gracia y poesía de su primera novela, en cuyas páginas las frases cortas y cortantes nos cuentan la vida de personajes que deambulan en una delirante y permanente Canción de negros. He dicho el título de la novela y el lector avisado sabe ya –si no lo sabía desde el comienzo, como es probable- que estoy hablando de Guillermo Meneses, quien nació en Caracas el 15 de diciembre de 1911 y entregó su vida a la literatura y al arte. Tendremos tiempo de celebrar de nuevo a la balandra Isabel y a una famosa mano junto al muro, así como a narcisos y arlequines con sus falsos cuadernos y sus misas, para no hablar de CAL, ese tesoro hemerográfico cundido de diseño, del que seguramente nos hablará muy pronto Santiago Pol, uno de los jóvenes artistas de los 60 que, agrupados en El pez dorado, recibieron el aliento del admirado autor de Campeones y El mestizo José Vargas. Hoy, tercer día del 2011, me desayuno con las cachapas, las arepas y las caraotas fritas de Canción de negros, mientras oigo el habla melodiosa de su gente y transito por algún párrafo rijoso que da cuenta de un mundo alucinante, rural y caraqueño. Se ha dado inicio, pues, al periplo menesiano.

2. Repito y amplío los mesteres incontables del fogón: lavar, hervir, estrellar, freír, sofreír, rehogar, marchitar, transparentar, soasar, escaldar, embutir, bridar, marinar, pasar por agua, escalfar, calentar, asustar, enfriar, cubrir, congelar, desgrasar, adobar, aderezar, sazonar, condimentar, onotear, colorear, filetear, cortar, chupetear, atar, reducir, asar, hornear, sancochar, evaporar, clarificar, macerar, moler, nixtamalizar, licuar, procesar, remojar, deshidratar, secar, bañar, desleír, fundir, rellenar, combinar, mezclar, trabar, revolver, menear, girar, enrollar, encurtir, endulzar, almibarar, garapiñar, glasear, enchilar, saltear, blanquear, amasar, estirar, caramelizar, cristalizar, escarchar, confitar, conservar, curar, concentrar, emulsionar, espesar, cuajar, moldear, consumir, sellar, batir, espumar, tamizar, cernir, colar, escurrir, rallar, triturar, pulverizar, trufar, mechar, esmechar, desmenuzar, orear, chamuscar, arrebatar, ahumar, dorar, aromatizar, tostar, derretir, fermentar, escabechar, guisar, esparraguear(1), estofar, majar, rebanar, picar, machacar, salar, desalar, desangrar, pelar, mondar, despepitar, exprimir, prensar, albardar, lardear, empanar, empanizar, montar, espolvorear, enharinar, enmantequillar, gratinar, remozar, untar, raspar, flambear, napar, probar, rectificar, guarnecer, adornar, amarrar, emparedar, tempurizar (vulgo rebozar), trinchar, servir, rendir y compartir. Todo eso y mucho más se ha hecho en la cocina. Cocinar fue, sin duda, una revolución técnica. También fue una revolución verbal y científica. Para confirmarlo, tienen la palabra la camarada Filología y la compañera Química.

(1) Es un delicioso término andaluz que Marina Domeq en su libro La imaginación al perol explica así: "Yo no sé si el verbo esparraguear ha sido o no aceptado por la Real Academia Española, porque de momento sólo figura en el diccionario ´esparragado: guisado con espárragos´, aunque el sentido que se da en Andalucía a esparraguear es más bien un tipo de guiso, derivado del que se aplica a los espárragos, pero que también se usa con los cardillos, tagarninas o tallos de acelgas. En una palabra, es una forma de alinñar las verduras pobres que tratadas así alcanzan el nivel aristocrático de los espárragos// Esta manera de condimentar los espárragos trigueros es muy propia del sur, tanto por el uso del comino y el pimentón como del ajo majado con pan". En honor a su amiga cordobesa Isabé y a Marina Domeq, hoy Cuchi va a preparar pencas de acelga "esparragás". 

2 comentarios:

julio e. dijo...

no sabes el asombro que me llevo al descubrir el extenso listado de acciones posibles en la comida.
de muchos no tenia ni noticia.
es pere mi una alegria enncontrar tu blog que desde el otro extremo del continente tambien intenta unir letras y sartenes.
un abrazo

Biscuter dijo...

Gracias, Julio, por tu comentario. Me alegró conocer tu excelente blog. Ahora siento gran curiosidad por las "Recetas apócrifas".

Saludos