jueves, noviembre 15, 2012

Abrazo

Picasso. El abrazo
 
Entre los libros que tengo en el balcón están los de García Baena. Hace un rato cuando me acerqué a ver pájaros, me topé con el bello lomo de Rama fiel, el volumen que González Iglesias preparó con motivo del Premio Reina Sofía del 2008. Desde hace varios años leo con deleite y asombro al gran poeta cordobés. Para decirlo retocando un famoso verso de Jiménez: García Baena siempre tiene preparada la rama para mi curiosidad del día. Abrí el libro, y en la página 117 me estaba esperando André Breton con estos versos:

El abrazo poético como el abrazo carnal,
mientras duran,
prohíben caer en la miseria del mundo
”.

Esa cita venía a cuento (y a canto) porque García Baena hablaba de su oficio de poeta como algo inherente a su tránsito cotidiano por la tierra. Decía que “el poeta no se sale de su biografía interior al contemplar los más sencillos actos de la vida y la muerte: el crecer de la hierba y el cuchillo, el heno, la dulzura y la larva de los frutos, el vino caliente de Junio y su desesperación. Obra y vida inseparables como la columna que entristece la yedra, solos y a solas con todo lo que amamos”.

De eso, y desde el alma, hablaba García Baena esta mañana. De allí el abrazo de Breton.
 

2 comentarios:

morama dijo...

Quiero duelos y quebrantos nuevos...

morama dijo...

Hoy releo. Parece recién escrito, tibiecito... me parece nuevo... al menos, distinto, hermoso...
“El abrazo poético como el abrazo carnal,
mientras duran,
prohíben caer en la miseria del mundo”.