domingo, diciembre 24, 2006

Marcial, epigramas y lentejas del Nilo




A punta de corrosivos y sangrantes dicterios, Marcial hizo del epigrama un arma mortal en la Roma que sobrevivió a Nerón. Todos le temían, en especial presumidos y farsantes... Pero no sólo de invectivas se ocupó el dardo -que no pluma- fulminante del tarraconense. También podemos hallar muestras de una impudicia adulatoria que ya quisieran para sí algunos felicitadores locales. Cronista casi total de su tiempo, Marcial no dejó títere con gorra entre sus contemporáneos, pero tampoco encontró objeto, acontecimiento, uso o costumbre que escapara de su registro minucioso. En su obra está Roma toda, incuida, por supuesto, su gastronomía. Y es por eso que viene hoy a este blog.

En Xenia, libro XIII de los Epigramas, podemos leer unas deliciosasas referencias alimentarias. Algunas contienen consejos y descripciones. Otras son simplemente la excusa para una crítica gastronómica o simplemente para zaherir a alguien. Veamos algunas:

PUERROS
Siempre que comas puerros de Tarento, que huelen tan mal, besa con los labios cerrados.

ESCAROLA
Para que no te provoquen repugnancia estas escarolas tan pálidas, si quieres que se pongan verdes, ponlas en agua con nitro.

NABOS
Te doy estos nabos que alegran en el frío del Invierno. Rómulo suele comerlos en el Cielo.

JAMON
Que me lo sirvan del país de los Cerritanos o que me lo envíen de los Menapios; los elegantes que devoren pernil.

REMOLACHAS
Para que tengan sabor las fatuas remolachas, comida de artesanos, ¡cuánto vino y pimienta habrá que pedir al cocinero!

Hace poco el acucioso Sumito Estévez incluyó entre sus recomendaciones el uso de las lentejas del Nilo. Los lectores de Marcial le agradecen esa referencia histórica, aunque empleen para hacer sus potajes y ensaladas lentejas del Manteco, del Terepaima o de Quinta Crespo, mercados más a la mano que los de Egipto.

Para conseguir auténticas lentejas del Nilo (rojizas o anaranjadas o de Egipto como antes les decían) nada más fácil que ir a la entrada IX del libro XIII de los Epigramas de Marcial. Allí encontraremos este regalo:

LENTEJAS
Recibe estas lentejas del Nilo, ricos dones de Felusia, son más baratas que la espelta, pero más caras que las habas.

¡Feliz Navidad a todos!

P.D: ¿Tendrá Amin Malouf "lentejas de Anatolia" en alguno de sus libros? En todo caso, ¡qué bueno debe quedar un potaje con lentejas del Líbano! No hablemos del suculento plato bíblico por el cual Esaú cambió su primogenitura...

En los silos literarios siempre encontraremos unas buenas y sabrosas lentejas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Feliz Navidad... y que el niño jesús les traiga todo lo que han pedido!

Martín dijo...

Día de postes, muy bueno este, ya puse la R. Nos vemos más tarde, un abrazo.

Biscuter dijo...

Ya le dejemos a Inés un saludo navideño en su excelente blog y a Martín un comentario en el suyo.

Feliz Navidad a todos.

manuel allue dijo...

Las lentejas, en España, gozaron hasta hace poco de una fama algo turbia. Era una comida de pobres, que había que tamizar antes porque venía llena de piedras, de "chinas". En la España republicana, durante la Guerra Civil, las llamaban "las píldoras del Dr. Negrín", el controvertido presidente del gobierno. Negrín tenía un hermano fraile y otra monja. Y unas intenciones no demasiado claras.

Pero hoy, en un país, éste, algo más próspero y civilizado, las lentejas se comen con mayor soltura pero nadie, nadie, recuerda a Marcial ni sus gloriosos epigramas.

Desde esta tierra olvidadiza os deseo muy feliz Navidad.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

¡Qué buena la referencia a Negrín! Inmejorable.

Gracias, Manuel. Te deseamos mucha felicidad.

Freddy y Cuchi