jueves, junio 05, 2014

Otra de cine y desayuno


Reese Whiterspoon en Pleasantville, abismada

Este copioso desayuno en casa sería la gloria para el inspector Oxford de Frenesí, si no tuviera tanto dulce. Está en Pleasantville  (1998), de Gary Ross y ya es leyenda.  

También es el culto a los excesos, y una burla, desde luego.
 
Un cerro de panquecas de arándanos y otro de waffles. Además, huevos, salchichas, tocineta, jamón y maple. Al final, llega el lechero.
 
Todo un tratado de humor y de derroche. 

Debo a Luis Ferrer el haber agregado a mis anotaciones esta película estupenda.

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