martes, abril 19, 2005

Sobre la "refistolería" y otros "gustos"


Paradiso de Lezama Lima

Leo y releo la inagotable novela de Lezama Lima como si de un libro oracular se tratara. Abrí hoy sus páginas y leí:

"Al penetrar la señora Rialta en la cocina le hizo una brusca señal a su hijo para que se retirara. Este lo hizo en tres saltos despreocupados. -¿Cómo va ese quimbombó?- dijo, y enseguida la respuesta cortante: -Pues cómo va estar, mírelo-. Antes de comprobar el plato pasó sus dedos índice y medio por los calderos acerados y brillantes como espejos egipcios. (...) Se dirigió al caldero del quimbombó y le dijo a Juan Izquierdo: -¿Cómo hace usted el disparate de echarle camarones chinos y frescos a ese plato?-. Izquierdo, hipando y estirando sus narices como un trombón de vara, le contestó: -Señora, el camarón chino es para espesar el sabor de la salsa, mientras que el fresco es como las bolas de plátano o los muslos de pollo que en algunas casas también le echan al quimbombó, que así le van dando cierto sabor de ajiaco exótico. -Tanta refistolería -dijo la señora Rialta- no le viene bien a algunos platos criollos..."

No esta mal innovar, incluso "deconstruir" (sic), pero no está bien tanta refistolería. Voy al diccionario y encuentro: "Refitolero. adj. Antill. Ec. Méx. Pedante. -Ven. Embrollón".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay muchos refistoleros en Caracas, muchos. Usan uniforme de chefs y escriben blogs.

Me gusta que los confrontes.